Si yo fuera un demagogo... podría hablar un rato de que las ancianas que mueren de frío en España contra El Fútbol ha sido el Gran Derbi Madrileño de éste sábado... pero, un servidor ama el fútbol, y ha practicado
fútbol. Y ve por si mismo en aquello que el fútbol se ha convertido... en un negocio de tontos, y de
listos-tontos. Hecho, reciclado, y masticado para tontos. Lo digo después de un
derbi Real Madrid contra Atlético que seguí como el criminal sigue el rastro de
su víctima, a hurtadillas. Avergonzado. De los monos que berrean los goles con
más corazón y entrañas que si sus hijos mandriles les traen una matrícula de honor
en matemáticas, otra en lengua, y la tercera en historia. Avergonzado de ver al
meritorio Cristiano Ronaldo como después de marcar para el Real Madrid, mi
equipo de infancia y adolescencia, se ponía a celebrar tan excelso logro como
es la consecución de un tanto de penalti haciendo postura-postureo de celebración
imbécil. Antes los goles se celebraban como buenos amigos con abrazos, y
espontaneidad. Ahora es la estupidez al cubo con una mannequin challenge lo que manda.
No sólo es cuestión de venerar al astro pelotero, tiene que ser amado éste y, mimado
en sus aspavientos gilipollas… porque si no, los niños se nos deprimen. Donde
quedaron aquellos grandes genios del balompié que simplemente jugaban y cuando
marcaban celebraban los tantos con absoluta pasión y felicidad. Me imagino a
Cristiano Ronaldo marcando un gol como el de Maradona a Inglaterra en México 86,
¡y Dios!... el tío igual se nos despelota, y hace el símbolo de Nike con la polla. ¿Por
veinte millones de euros al año, quién no lo haría?... Ese es el problema. El
Derbi de anoche en el Calderón no fue un derbi de fútbol, si no de marcas. Nike
contra Adidas. (Y ninguna pagará la electricidad a las ancianas que mueren de frío... Decidlo ahora: ¡Demagogia!. Me la suda) De niños y padres, y madres, y abuelitos, con camisetas de CR7 y
de Koke, del Niño Torres que ya peina canas en los huevos/güevos… y de, no sé
Sergio Ramos… Quien ganara o quien perdiera es lo de menos… Ganaron Nike, y
también Adidas, y sus viceversas. Perdieron los tontos, los niños atléticos que
se fueron con lágrimas de decepción a casa, porque los tontos de sus padres les
han inculcado un sentimiento de mierda por los colores de una multinacional.
Ganaron unos tontos de baba que compran camisetas y bufandas para enriquecer a
una multinacional que vive de la explotación laboral. Y luego periodistas
mercenarios a sueldo de éste negocio que hablarán de que el fútbol pertenece a los
aficionados y es un sentimiento… Amosnomejodas. Es, y será por siempre... un sentimiento de tontos, y
un negocio de listos-tontos que como en el caso de la política, manejan emociones absolutamente pueriles,
y viejos empachos ancestrales de recuerdo y anestesia general…
… de cuando el balompié era arte, deporte,
fuerza y pura verdad… Lo de ahora es otra cosa que no me interesa. Venta de
minutos y minutos de televisión basura y radio enajenante, mercadeo de merchandising,
figureo de millonarios al frente de los clubes y los palcos para medrar en la
conexión de la política con los negocios, Trinque en los sentimientos personales
de las aficiones para ofrecer al ganado futbolero más periódicos… más polémicas
vacías, y más embrutecimiento. El Fútbol como deporte, tiene grandes valores, (que no son las modelos y guapas en general que se arriman a los futbolistas por "amor" al "noble arte" de Puchades) una apasionante historia detrás… pero no sé cuando, ni como ni donde… se dejó
en manos de auténticos mercaderes. Explotadores, marchantes y mayoristas que
quieren reformar y construir estadios más grandes a los que rebautizar con
marcas comerciales de líneas aéreas árabes y emporios financieros chinos. Emporios,
del latín emporium que significa mercado. Porque un servidor todavía recuerda
cuando su padre los domingos después de comer le cogía de la mano y le decía:
Vamos niño, que a las cinco hay partido en Chamartín. A saber ese millonario de
la construcción que todos sabemos que nombre le pondrá cuando lo reforme y se
engrase bien el riñón al Santiago Bernabéu. Porque juegan y juegan con la
Fundación Real Madrid, para deducir impuestos… con su televisión Real Madrid "onshore" para comercializar las categorías inferiores del fútbol base de “La Fabrica”,
con Adidas… para vender camisetas Made in Camboya. Todo para tontos fieles
madridistas. ¡Tontos!. Como está el tonto culé, el tonto atlético, el tonto
valencianista… Tontos a los que hacen creer que el club aun les pertenece, que
su sentimiento es lo más importante. Los partidos de los “grandes” simplemente
con los derechos de televisión que generan se podrían jugar con los estadios y
las gradas vacías. ¡Y no pasaba nada!. Pero se necesitan no sé 65.000, 75.000…
90.000 tontos del culo, gilipollas para la puta tramoya. Para el perfecto
teatro de... por ejemplo, un derbi de Nike contra Adidas. Y lo demás, lo de los
sentimientos, y los “etcéteras combinados”… es una milongaza. Las amariconadas
posturitas de los jodidos cristianos de turno, como las rabietas de niñato
consentido de Messi. Pero mientras haya tontos que voten a fascistas
integristas como Donald Trump, o a mentirosos cantamañanas como Albert Rivera,
o a corruptos como Rajoy… como no va a ver tontos que griten como energúmenos
el logro inmenso de la consecución de un “espectacular” golazo de penalti al
“eterno rival”. Que ancianas mueran de frío en España es pecata minuta.