Cada uno, y cada cual, tiene que elegir su
guerra. Y no se trata de que cada uno… no sienta, no experimente, no sufra, no
tenga sus propias ideas al respecto de esto o de aquello. Pero ya hay
demasiadas causas… y sobre todo, causas perdidas… Desde la de la igualdad: De
la mujer, de los pueblos, entre ricos y pobres… hasta la violencia que se
ejerce, contra la mujer, contra los pueblos… contra, ricos y pobres. Esta
semana ha sido un ejemplo de humanidad pequeña y miserable en estado puro. De
cómo la muerte nos iguala a todos, y nos divide. La muerte en España de una
corrupta llamada Rita Barberá, y en Cuba de un dictador llamado Fidel Castro. Una
mujer, y un hombre. Políticos ambos. Con luces y sombras… (irónicamente) ambos.
“Amados”, para los “suyos” ambos. Desde la derecha a la izquierda. Y sí… se que
las comparaciones son odiosas. Más no hablo aquí de la diferencia entre uno de
los personajes más importantes e influyentes del pasado siglo XX… y una mujer
que fue alcaldesa de unos municipios más capitales del Estado Español durante
la tira de años. Hablo de la miseria humanista por parte de algunos cuando
califican o descalifican las obras y “desobras” de los hombres por un cicatero
ideario ideológico personal. Los enemigos de unos y otros bandos siempre
tendrán motivos para la descalificación, el insulto al otro, la loa del suyo, y
la beatificación. Era un dictador, era una corrupta, alfabetizó su país… creo
un sistema de salud con el que ayudó a muchos otros países, modernizó y puso en
la vanguardia a su ciudad… ¡Todos!. Unos y otros. Los de un lado y los del
otro… tendrán siempre una razón, con “razón”… o sin ella para decir “su
verdad”. Y es que cada cual elige su guerra, sus bandos, sus miserias, y la
verdad mezquina que abraza. La VIRTUS UTEM, no es integridad simplemente, ni
honestidad ni justicia, si así fuera ni Rita, ni Fidel, ni Rato, Trump… ni
Putin o cualquier mandatario que en el mundo es sería llamado a tener un reino
de Conciencia. Y debemos aspirar a ser mejores. Preguntarnos donde, y sobre
todo cuando, se pervierte el espíritu humano. Porque sencillamente somos una
pequeña crispa brillando con brevedad en el tiempo y el espacio. Y por eso
mismo es que uno tiene que elegir aquello que quiere remediar, cual es su
guerra… su caballo de batalla, la china en su zapato… esa piedrecita molesta
que quitarse para seguir avanzando en el camino del conocimiento hasta la
tierra de S.A.P.I.E.N.T.I.A. (Ay, las causas, y todas esas guerras miserables)
Habrá quien no me entenderá de lo que hablo.
Quien pensará que mezclo conceptos al azar, y el… azahar. Habrá quien piense
que la moralidad es una cuestión que cubre su educación y su disciplina, por
ejemplo. ¡Bien!... ¿quién soy yo para juzgar a nadie?. Cada uno puede hacer
evidentemente, aquello que le dicte su “conciencia”… ¡Faltaría más!. Hoy es
domingo… Santa Misa para el católico y dormir hasta tarde para el pagano, leer
El sistema del mundo de Sir Isaac Newton para el más listo de la clase, o a
Charles Bukowski… El “meollo de la cuestión” es, aquello que decía El Hermano
Thomas Paine en La Edad de la Razón para
“aprender como el poder del pensamiento racional es la fuente primaria de
libertad en el mundo”. Ya no soy tan “meritorio”… La Guerra, la crisis de los
refugiados, la violencia que se ejerce contra la mujer, la que se ejerce contra
la infancia, la pobreza, la negación del derecho a la información… La Verdad es
única. Y luego, hay una verdad… poliédrica. Mentirosa. La de la causa política,
social, religiosa, militarista, pacifista, socialista, feminista, postmachista,
liberal, trasversal, todo lo que se quiera ver… y en lo que se desee trabajar. De
modo que si un ignorante de salón me quiere decir que Fidel Castro era un
dictador, simplemente, y venderme su visión sesgada se la compro. De la misma
manera que si un maestrillo de taberna gastrobar de nuevo cuño pretende loarme
a una Rita, o defenéstrala… tengo claro aquello que vale para tirios y troyanos
de por sus obras los conoceréis. La diplomacia de los intereses opuestos no
casa con lo que representa La Gnosis. Y el respeto debe ser para quien se lo
gane. La Verdad tiene que ser controvertida, y comprometida… como cada uno
elegir su guerra. Pero siempre tener el E.S.T.E. de la VIRTUS UTEM al frente de
La Conciencia, pues sin una autentica y genuina virtud no hay causa ni razón.
Ni Rita ni Castro tenían moralidad de "e.s.t.e." tipo. Y la muerte los ha igualado.
No la historia, no lo que digan de ellos mil un acumuladores de librerías
empalmadas que quieran pasar por intelectuales dando opiniones “sacrosantas”
con volúmenes de libros en el fondo de una imagen de falso 3D televisivo. S.A.P.I.E.N.T.I.A.
es aspirar a ser mejores. Porque ya somos únicos en una Integridad Radical. En nuestras guerras y
nuestras causas. Con la falsa moral tantas veces de la realidad ilusoria. Con
la aparente recreación de la libertad a la que estamos sujetos inexorablemente.
TAF para todos mis hermanos. Ser libres, aspiradlo… al menos.
¡A.L.G.D.G.A.D.U.!.