Hay dos masonerías: La blanca y la negra, la de
la élite y la de la infantería, la que quiere desvelar los secretos y aquella
celosa de si misma… la que quiere salir de las logias, y la que se quiere
aferrar a los ritos… La que busca La VIRTUS UTEM… y, aquella que vive atrapada,
bien prendida en creerse poseedora de la virtud, una falsa y enajenada
“virtud”. Un servidor por puro nacimiento viene de la masonería blanca, y
alcancé “prácticamente” por méritos de linaje y origen muy pronto el grado de
“Maestro”… pero, no me consideró de ninguna élite. (Las detesto) Soy de una "rancia" infantería… de esa que encuentra los mitos sobrevalorados, los ritos ya sin
ningún sentido que se deba conservar, y los secretos exquisitamente
sobrepasados por el nuevo significado de los conocimientos y La Verdad. Dentro
de las logias, incluso de la mía de origen con toda su tradición… nunca he
encontrado una auténtica VIRTUS UTEM. La moral inquebrantable, la honestidad
debida, la justicia necesaria, la integridad del auténtico Ente Humanista. La
consecuencia en La Conciencia, y el E.S.T.E. del Libre Albedrío que lleva a
S.A.P.I.E.N.T.I.A. Lo que no me ha costado encontrar en cambio es Dignidad de
esa que tiene demasiado de Honor, que no vale para nada en absoluto. Orgullo, que
no tiene ningún valor. Y mucha, mucha… modestia. Del que muchos, muchos… hacen
cristiano pudor, con su andrajosa castidad… y otros, recato de paganismo
elegante y diplomático. Algo que no me vale para nada de nada. Mi masonería… si
se quiere mi grado, demanda ante todo: Humildad. Practicar la sumisión a la
Humanidad, que no sólo consiste en ayudar a los hermanos, si no además amarlos
como lo que son. Porque la humildad no consiste únicamente en obediencia a las
reglas y las normas ni a una postura dentro de la logia, la utilización de unos
ritos, y un sitial donde sentarse a decir o conferenciar de viejas
comprensiones y enseñanzas. La Humildad esta en el Respeto a todo lo que es
hecho y está en el hecho. Y ser hermanos de la masonería blanca, o de la masonería
negra no debería diferenciarnos en la búsqueda permanente de todo lo que
significa llevar la virtud máxima a ser brújula de La Conciencia. A mi no me
basta con la “máxima” Inteligencia, con toda La Mente, con El Pensamiento
puesto totalmente al servicio del progreso y el perfeccionamiento divino del
hombre. Quiero La Libertad de saber servir a la bondad celestial de ser
hermanos iguales y libres todos nosotros, no simples seres con identidad propia
e independencia del resto.
La más villana derrota del hombre es el Honor,
la Fidelidad, la Modestia, y la masticada Dignidad. Y sí, sé que parecen
virtudes: Como Tradición, como la Distinción, el Decoro… la Castidad. Recordáis
las virtudes teologales: FEC, fe, esperanza y caridad… que en la Teología Católica
Dios engendra en la inteligencia del hombre. No digo lo que me merecen para no
ofender a nadie. Olvidadlas. La maldita fe no moverá montañas para alimentar el
hambre, ni la esperanza dará educación a los que viven en la ignorancia… o, al
revés… ni la caridad es necesaria, cuando nos deberían de mover nuestra propia
y mejor humanidad y devoción al amor. Recordáis las virtudes cardinales: La
prudencia, la justicia, la templanza, la fortaleza. Algunas pueden ser propias
de un caballo. Propias de su Humanidad en Mayúsculas que comparte con el Ente
Hombre, pero no de la VIRTUS UTEM… aunque algunas veces lo dude. La verdadera
Justicia, por ejemplo, va más allá de conocerse a uno mismo. Y el Honor, sin
embargo… no es esa hombría que a menudo lleva, ni tampoco eso que dicen tan
solemnemente del actuar con rectitud, cumpliendo con su pompa y su boato, con
el deber. A veces el honor debe ser mesura, y… humildad, sobre todo… humildad. ¿De
modo qué cuáles son las dos masonerías?. Podría decir de modo simplista que la
de la VIRTUS UTEM y la de la falsa virtud. La de S.A.P.I.E.N.T.I.A. y la de
conocimiento deficiente, incluso el oscurantismo y la superstición religiosa o
pagana. No voy a hacer diferencias de nivel entre la masonería blanca y la
negra, la de las élites y la de la infantería ni entre la de las logias y la que
vive exiliada fuera de los templos por propia voluntad… La Verdad es una
búsqueda permanente de Conciencia, y La Libertad está muy por encima del
“Maestro”, por muy Maestro que E.S.T.E. sea… y, el Aprendiz. Es más, deberíamos
aspirar a ser “Aprendices” sempiternos del Todo, De aquello por Él construido:
De lo hecho que ha sido hecho. Que es arriba como es abajo. Y también me hago
otra pregunta para aquellos que tienen “otro ideario” masónico: ¿El Honor, la
Lealtad, la Castidad, la Prudencia… no son virtudes qué deben adornar a un
hermano?. ¡Bien!... ¿Y vosotros qué pensáis?. Servidor es un autoexiliado de su
logia. ¿Por qué?... porque hay una falsa verdad poliédrica… y una piedra, de La
Verdad. Porque hay una Conciencia, y muchas conciencias. Y porque ser libre es
abrazar a La Libertad y luego está una masonería de independencia y paz… Y
siempre se puede elegir… Un TAF a todos, hermanos.