El Corpus hermeticum es otra de esas
nomenclaturas masónicas que se entroncan como fundamento y parte de El Gran
Secreto Masónico, aunque como Verdad, sea una verdad diminuta, y soez. Gnosis
ignora muchas cosas… La naturaleza divina, surge del Universo como caos, pero
hasta ahí lleva La Madriguera del Conejo Blanco, La Caída en desgracia del
Hombre es una sombra de oscurantismo en mitad de la barbarie y la lucha de
poder del bien contra el mal, demasiado humana. Hay un Dios del agnosticismo y
el neoplatonismo, toda una referencia filosófica científica donde encontramos
La Verdad en la unidad existencial de aquello que realmente comprobamos. ¿Pero
cuántas certezas realmente tenemos?. Hemos creado un sistema realmente difícil
de sostener donde priman las dudas existenciales, los laberintos del propio ser
que huye de La Realidad Radical. La Física, y la Matemática. Lo U.N.O. como
realidad superior de E.S.T.E. deja de ser un Principio de Libertad vibrante. El
Primer Ente emancipado de la lógica. Inteligencia proveniente de la abiogénesis
de la vida. El Movimiento de la materia. Ignoramos a Dios Constructor como ese
concepto clásico y enmarañado, de “pastor de hombres”, y la estructura de la
superstición se lo apropió como hijo de los hombres, y Dios menor Emperador. El
Thot egipcio. La Transfiguración de un Moises hebraico. S.A.P.I.E.N.T.I.A. Pues
de ello va todo esto. Todos los caminos que conducen a la VIRTUS UTEM. Un
sinfín de viejas nomenclaturas masónicas que convergen en un relato científico en
el que El Ente Humano converge como Guía y nexo común. Humanidad. El Corpus
Hermeticum de los viejos papiros “fotocopiados”, del S. XIX. Hablo de la pluma
y la tablilla celeste sobre la columna de la luna, esa que en la madrugada
espera el nuevo renacimiento de La Conciencia Solar. Pensamientos… palabras de
la Mente. La Autoridad tejida patrón de la escritura, que nos lega la Memoria. La Gran
Divinidad del lenguaje articulado. Las medidas del tiempo en mitad de La Gran
Historia del Tiempo que es la convergencia universal de la Gnosis y la pequeña
humanidad que formamos todos como hermanos. En fin, El Corpus hermeticum de
Hermes Trismegisto, es tan sólo otra nomenclatura más… únicamente eso. La
profecía pagana como tantas… ocultada después del “Gran Cataclismo Científico”
de las llamas de Alejandría. La ciencia es hija de la “alquimia” y de la
“magia”… que hay más “mágico”, que desentrañar los misterios que nos guarda el
Universo para todos y cada U.N.O. de nosotros.
El Corpus hermeticum es la bioquímica estelar
de la creación, y una historia vieja y universal de Tiempo y otras dimensiones
complejas. Todo envuelto en la magia del lenguaje mitológico del esoterismo
antiguo. Hay que cambiar términos como Jerusalén por el de Acelerador de
Partículas, o Quarks por “Hechizos”… pues todo tiempo respeta un orden de
E.S.T.E. y U.N.O. U.N.O. es la Unidad de lo infinito. No Dios. Esa magnitud no
existe en U.N.O. Hablamos del Principio y última Verdad del autor de Dios que
es el Ente Hombre. El Dios Arquitecto construye más allá la existencia de todas
las cosas. Su materia es la nuestra, dimensiones causales. Casi siempre
eludimos su comprensión porque la consideramos como un imposible que preferimos
llamar de un modo absolutamente estúpido e “idólatra”, como Energía. Y quizás,
no estemos tan errados. Pues desconocemos mucha zona de “oscuridad” científica
y los efectos de la Gran Causa Universal. Escribimos bajo la égida del Dios de
la Letra, Dyehuty, desde Newton... la misma maldita traducción al idioma matemático
actual de La Tabla Esmeralda. Es cuestión de cambiar el oro por los neutrinos,
y grises laboratorios de alquimia medieval por entornos asépticos y pulcramente
impolutos. Los nuevos profetas sin “rostro” de la Frontera Final tal vez
ignoran a los “duendes” herméticos y místicos de la luz, y la filosofía de
aplicar la Inteligencia en una dirección opuesta a la de los sentidos. U.N.O.
es el Sol, pero hecho metáfora… analogía del Horno Cósmico que calentó la vida.
Nos liga esa alma creadora. Constructora. De lo nuevo y lo antiguo,
nomenclatura. Arriba, como abajo. Círculo. ¡No puedo decirlo mucho… más,
claraMENTE!. Es filosóficamente el humanismo de volver a nacer, ese
neoplatonismo perfecto… la argamasa del Universo… Pero, paremos un instante en
ese Tiempo sempiterno del que gozamos en nuestra memoria más íntima. Preguntémonos:
¿Qué espero cómo hombre, cómo mujer, cómo hermano de logia… cómo elemento de
ésta Gran Humanidad Universal?... ¿Respuestas?... ¿Qué respuestas?...
Subpregunta: ¿Habéis formulado correctamente… “vuestras”, “Preguntas”?... ¿Qué
libro sagrado seguís como creyentes… por cuál juráis?… La Biblia, El Corán, Los
Principios matemáticos de la filosofía natural de Newton, La Breve historia del
tiempo de Hawking… ¿uno de Tom Clancy?. Cuando la Verdad es poliédrica, un
masón debe ser pragmático antes que pluscuamperfecto.