Duermevela de un esclavo

Duermevela de un esclavo

Soluciones que no funcionan contra La Depresión


El pasado día 7 de enero el Profesor Stephen Hawking dio una brillante conferencia en la Royal Society de Londres sobre la primera causa de discapacidad en todo el mundo actualmente, y que afecta a millones de personas a todo lo largo y ancho del Planeta Tierra: La Depresión. En ella hizo un brillante paralelismo entre los agujeros negros y la depresión. Vino a decir, no sin cierta poesía metafísica, que los agujeros negros no son tan negros como los pintan… y que tal vez, se puede salir del agujero negro por el otro lado… ¡Brillante!. El problema de ésta sociedad “deprimida”… es la falta de opciones: Nos dejan básicamente dos: O la de ser un hijo de la grandísima puta… o, la de ser un gilipolllas. No hay más. No more. ¡Y no es así!. Esto no es un reality de televisión donde si concursan cinco personas está: Ese o esa cabronías… el buen tontorrontón, el o la finolis, un ente sin personalidad y un ser… espiritual/que fue abducido por los extraterrestres… ¡Y todo eso… si qué es, “deprimente”!. Yo ignoro con cuantos gilipollas se las habrá tenido que ver el Maestro Hawking… pero, que futurismo viejuno les espera a los jóvenes españoles, cuando los “maxmedia” les tratan de envenenar así. La respuesta fácil sería decir que la vida es una prueba llena de obstáculos que demasiadas veces nos aboca a rendirnos y que hay que ser positivos… pero, parece ser que ese argumento lo suelte Hawking o un portero de la Calle de Serrano de Madrid no les vale a los “depres” de todo orden y condición… ricos, pobres, con diplomaturas universitarias… o las carreras del galgo… de modo que diré: ¿Y qué queréis?. Pagar psiquiatras… cumplir vuestros sueños… o pensar un: Más jodido está el Hawking de los cojones. Voy a daros un secreto masónico, y después reíros… y a seguir gozando de vuestra puta “depresión”.
Para alcanzar la felicidad tienes que estar en paz contigo mismo. Y no se precisa ni hacer tai chi, danzas ventrales ni pollas en vinagre. No hace falta perseguir sombras… si no La Libertad. Ni sonreír a tanto hijo de puta malparido. Uno no aprende a cocinar yendo a las clases de cocina de una bloguera de siete a ocho de tarde, ni adelgaza marchando al gimnasio a hacer mantenimiento dos veces por semana un par de horitas que se arranca al calendario. Claro que no le cuentes al que yace bloqueado en su propia prisión de autocompadecimientos, lo que es obvio. Algunas veces acabar con las propias desdichas es tan simple como salir a correr con unas zapatillas de tenis viejas entre runners que se descojonan de ti por no llevar equipaje de colorines. Como masón yo os digo: La simplicidad es la felicidad de mojar con pan el huevo frito elaborado por uno mismo, sin “enseñanzas” y al décimo tercer intento. Y la felicidad te hace valorar cuan libre eres, aunque seas el ser humano más perseguido, confinado, aislado, ocupado y puteado de todos los tiempos. Y La Libertad te hace apreciar el significado verdadero de La Igualdad, y de aquello que los iniciados llamamos: “Hermandad”. Claro… que si se “quiere” estar o continuar deprimido nada de todo esto que digo vale un pimiento. Sólo… Únicamente… el impulso soberano que nos es propio como especie inteligente. Pues todas las demás especies, se deprimen y mueren… salvo alguna excepción zoológica sin ayudas terapéuticas. Dos consejos: (Seguirlos, es de libre albedrío…) Uno: No confundáis jamás La Depresión con El Aburrimiento si os encontráis conmigo y os meto un tiro en la boca… (Es broma…) Y dos: No he soportado “jamás de los jamases” a los penosos. 

Día extraño


A mi padre no le bastó con que servidor fuera militar. Cuando ya me clareaban los "veinte largos" y tantos me preguntaba con notable insistencia: ¿Hijo, por qué no te casas?, ¿no serás maricón?. Y fui y me casé. Luego, más tarde, con treinta y menos cuando me fui a separar con empecinada pesadez en su matraca me preguntó: ¿Hijo, por qué te separas?, ¿no serás maricón?... Y sabéis… ojalá hubiera sido “maricón”… pero, es que a los catorce años con mi amigo Rafael hice la prueba del 9 homosexual y me salió negativa. ¿Qué en qué consiste la prueba del 9 homosexual para chicos?... Pues veréis… Se trata de imaginar que te comes una polla como un celemín de grande… No veáis las arcadas que me dieron, vomité hasta la primera papilla. ¡Lástima!, mi madre había tenido un hetero. Lo sentí de verdad… hubiera estado bien haber podido dar por culo al facha de mi padre… ¡Metafóricamente hablando!. Porque mi padre me arruinó la vida. Primero, haciéndome socio del Real Madrid… y aficionado al club de mis “amores”, per saecula saeculorum. Segundo: Matando antes de tiempo mi vena poética… me pillo un poema que escribí con doce años, y no veáis las hostias que recibí… más que con ocho cuando le solté que quería ser bailarín después de ver como danzaba Rudolf Nuréyev. Aun recuerdo como me dijo que la danza era para maricas, y rusos rojos… además, maricas… tras El Telón de Acero. (Jamás supó que tenía una nieta en Escocia ni lo sabe nadie de mi familia) De modo que me hice rojo. ¡Por joder!. Y otra hostia me comí… cuando con trece… leí el Manifiesto Comunista que yacía semiescondido, camuflado en su biblioteca. Entonces fue cuando ya no entendí nada de nada… ¿qué hacía ese libro al lado del Mein Kampf de Hitler que me “obligo” a leer después?. Todo cambió sin embargo cuando con dieciséis años y merced a mi maestro mi grado en la Logia ascendió muy por encima del suyo. Naturalmente nunca hubo venganza por mi parte, aunque por la suya hubiera desarraigo, dolor y frustración hasta el día que murió.
Y si escribo esto ahora… no es por incendiar los graneros familiares, (por si me leyerán alguno de los cafres de mi estirpe de nobles apellidajes caducos) es por enseñar lo fácil y lo inútil que es la desazón en los hombres. Como conduce a la maldad, la injusticia… y, a si mismo, la tiranía. Haciendo que hombres que se creen y dicen libres, sean auténticos déspotas. Con sus hijos… o si el poder les envuelve, con sus pueblos… a los que ven como hijos a los que corregir en sus ansias de volar libres. A mí personalmente para ser relativamente “libre”, me quedaron… o, me dejaron… las balas del calibre 223 con etcéteras… y el Rock and Roll around the world. La imagen que ahora guardo de mi padre es la de sus últimos años de penosa enfermedad. Cuando no era ni la sombra de lo que fue. Me “apena” pensar que jamás pude hablar con él de algunas cosas que son importantes porque no se dejaba aconsejar por nadie… y menos, por un hijo, que aunque le superaba en grado como masón… para él seguía siendo “hijo”… antes que “maestro”. Mi padre nunca fue un buen masón, ni caballero… ni llevó su grado en La Logia, con algo de dignidad. Aunque jamás se lo reproche, (y podía haberlo hecho) en público secreto de "hermanos" o en privado momento familiar. Mi tristeza es que he tratado de convivir con los hombres… y, las mujeres… pero, es imposible. No existe el genuino respeto. Ni a La Libertad, ni hay Igualdad… ni Fraternidad, incluso entre hermanos de sangre. Nadie hace el más mínimo esfuerzo por entender al antagonista. Seguimos anclados en los tiempos del peor nacionalismo, el peor materialismo e incluso, el peor criticismo kantiano. Se vive en un intrincado megaproyecto de civilización hiperdesarrollista sin final ni gnosis. O peor dicho, la meta es el camino. De padres-hijos idiotas se va hasta los hijos-padres idiotas. Y así no hay verdad… una verdad que jamás desvelé a mi propio padre, pues no era digno de ella… ¿Quién lo es?. ¿Somos merecedores algunos?. ALGDGADU, hermanos… y, lectores despistados por éstas líneas. 

Los supraterrestres


No creo en los extraterrestres, aunque sí… en los “supraterrestres”. ¿Quiere decir esto qué no creo qué haya civilizaciones tan avanzadas como nosotros, incluso superiores en otros sistemas solares de nuestra propia galaxia?. Pues no… no estoy diciendo eso… Lo que existen son: tremendos vacíos interplanetarios, hipergravedad, materia y energía oscura… y toda clase de jodidas radiaciones cósmicas. Entonces que quiero decir con eso de que creo en los “supraterrestres”. Pues exactamente, que me defino en la opinión de que existe otra humanidad en la humanidad… no precisamente “entre nosotros”, si no parte de nosotros… en rincones “cercanos”, latitudes “secretas”, o más precisamente… horizontes incorpóreos, que no “fantasmales”, en paradisíacas y complejas dimensiones físicas. Como jugadores de un poker online que ganen o pierdan están ahí a la misma hora y en una misma sala de juego. Me la sudan las luminarias en los cielos y los demás etcéteras… la verdad puede ser tan sencilla o compleja como la queramos o pretendamos entretejer. A lo mejor no hay que observar con determinación la pirámide detectada en Marte en busca de alienígenas si no a la roca Ceres en el Cinturón de Asteroides… como la montaña más alta de la tierra no es el Monte Everest en los Himalayas, si no un tocho volcánico submarino que emerge del Mar de nombre Mauna Kea de unos 10.000 metros que tiene situado su campo base número uno por los alrededores del foso de las Marianas.
A menudo me sucede que viendo las tertulias políticas, deportivas, o del corazón… leyendo los bulos internaúticos del surfer digital, masticando noticias e imágenes de reality periodístico… me supera el megashow. Éste teatrillo de variedades que llamamos mundo. Desde las horas que se emplean en hablar y hablar de esa tragedia en forma de cicatriz sangrante en el careto del Cristiano Ronaldo… hasta el último genocidio silencioso y pertinaz que un tal Kim Jong-un acomete sistemáticamente en Corea del Norte entre el canibalismo de la población civil y la venta de esclavos a China y Rusia para generar divisas. Esas son algunas realidades supraterrestres también. Centenares de metros del Mauna Kea que escalar a 8.848 metros de profundidad. El SETI debería buscar la posibilidad de vida inteligente en el Santiago Bernabéu o en el Nou Camp un día de partido. Buscar vida inteligente entre los ingenieros y arquitectos de las grandes constructoras, petroleras… entre los que “mandan”… y, degradan el planeta. Pero supongo… que los “supraterrestres” tienen claro, cual es el trabajo de demolición que estamos enfrentando como raza preeminente y sublime que somos. Hay informativo en la televisión, sea el canal que sea… donde no hablen todos los putos días de Messi, algún nuevo caso de violencia de género, las olas de calor del verano y de frío del invierno… o, de los viajes papales/reales… Y claro que hay extraterrestres… como el fuera de juego posicional en el fútbol o la posibilidad de ligar una escalera de color jugando al poker. 

Un soufflé de masonería pirata


Estos son los hechos: El viernes 13 de octubre de 1.307 los templarios fueron arrestados en La Francia viejuna y monárquica. Siete años después el Gran Maestre de los mismos, Jacques Bernard de Molay, fue quemado en la hoguera, aunque cierta simbología continuó en una sociedad de fugitivos, hombres libres que hacían uso, y a veces abuso, de los círculos uróboros, ya presentes sobre las superficies solariegas de los castillos del Temple; al igual que hoy día se decora con el embaldosado blanco y negro el piso en las logias masónicas. Hablo de la piratería. La calavera y las tibias cruzadas, y La Cruz de San Andrés. (Borgoña) La de la bandera de Euskadi, de Jamaica, Escocia… Los confederados “rebeldes” del Sur Norteamericano… Los tercios viejos españoles, y por ejemplo… la Union Jack. Todos hermanos… muchas veces enfrentados… Por el capricho de reyezuelos, por la codicia que cohabita en el corazón de los hombres… Así fue como “perdimos” El Supremo Templo Real inacabado de Salomón al Dios Constructor del Universo los masones… no otro que la Sede Central de los templarios, que perdieron vida y obra a manos de Saladino. Y esto que escribo ahora no es un gazpacho histórico… considérenlo, un soufflé de patata y jamón en el horno de la tradición y la leyenda. Acumulamos el oro, y desenfocamos la perspectiva. Nos encerramos en el secretismo, con la intransigencia propia de los necios…
… de esas 18 galeras que partieron de La Rochelle desapareciendo en la noche más fría y oscura, para regresar de nuevo a los mares conocidos con la bandera pirata en sus mástiles.  Todavía hoy en día hay masones que al pasar ciertos primeros grados de aprendizaje, hacen nuestros juramentos de hermanamiento e ignoran de donde surgieron estos. Y cuando a un masón actual se le pregunta por ese compromiso fraternal, su respuesta suele ser el no saber de donde “venimos”. Y el porque de la calavera… o, el número 322. El de la senda de la iluminación que lleva a la Gnosis Final. ¡Tan simple!... sin “secretismos”, piratas. Hablo… o mejor… escribo… del Concilio de Toulousse de 1.229. Porque el buen masón deja orar al musulmán en su Templo, entre hombres libres… No hay paganismo en adorar a la Diosa Isis, ni a las vírgenes negras. Ante una de ellas rezó Colón antes de ir a “descubrir” América… y la propia Reina Isabel La Católica en 1.492. Una pregunta inocente para “exploradores” doctorados en “La Historia” sería: ¿Por qué en Escocia Robert Bruce tenía como protector a uno de los parientes de Jacques de Molay?. ¿Cuántos saben qué La Segunda República Española fue impulsada e instaurada por masones?. ¿Cuántos conocen la sabía directriz de nuestros doctores bajo la égida de la Orden de Malta proveniente de los Hospitalarios de San Juan?. San Juan Bautista, es el líder espiritual de ésta Iglesia Gnóstica. Nuestro particular “Baphomet” escocés entre muchas comillas… que duerme en Rosslyn. Y sus “secretas” creencias, eran las mismas que las bases de la actual masonería. Hablamos “incluso”, de ciencia… de Bacon, de Newton… El viejo soufflé corsario. 

Tiempos malos, son tiempos para el cambio


Vivimos tiempos malos… o mejor, no… Vivimos tiempos nefastos… para el Rock and Roll… y, para el arte… el cine, el teatro, la aventura en general… la vida. Nos cuentan historias viejas. Hace veinte, o treinta años que tal grupo publicó su álbum… del que se han vendido tantos millones de copias… ¿Os suena esa copla?. ¡Basura!. Vivimos tiempos, de una excelsa civilización… sobresaliente progreso, prominente tecnología… pero, escasa cultura. La obra del pensamiento humano está agotada… como al final se agotan todas las baterías… A lo peor, es hora ya de que empiecen a crear las inteligencias artificiales … por mera idiotez de los hombres… y, las mujeres. Viendo The walking dead, serie de la que me declaro fan absoluto, reflexiono sobre cuanto me recuerdan esos caminantes descerebrados a mis compatriotas, mis vecinos, mis camaradas de atalaya… mis muy queridos no… ¡queridísimos!... y, anestesiados conciudadanos españoles. Y confieso que me gustaría ser Rick Grimes y ponerme a pegar tiros a la puerta de una iglesia una mañanita de domingo como ésta a tanto hipócrita que orina agüita bendita. O ser Michonne… y liarme a katanazos con el personal en un Primark. Ese lugar distinguido donde la zombielandia sin conocimiento va a por complementos que no necesita a precios convenientemente mutados… y, desigualados… en trampa generalista. Estos son tiempos gloriosos en que nuestra memorable e imperecedera muchachada semianalfabeta en edad de florecer el pavo cree que han inventado un sempiterno “Spanish way of life”. Y no ven… como les están jodiendo la existencia padres soplapollas, políticos corruptos, y medios de desinformación para la manipulación by Internet y la constantemente amigable Morsa TV sin Alice.
Afortunadamente… tiempos malos, son tiempos para el cambio. Para hacer estallar el sistema desde dentro. Revolution is coming. La Revolución viene… Silenciosa. Surfeando en una ola, que cuando pase, dejará al personal preguntándose donde está. Sólo… que ya ha pasado la cresta del embate sobre nosotros. Estamos en tiempos de mareas… Resaca… Despertando… pero, el jet lag será largo aún. Todas las horas del final que se aproxima no están todavía coordinadas. Las almejitas soñadoras van felices al banquete del hambriento pinnípedo. Del tal manera y modos, que coman perdices mis muy estimados cabronías hijos de la putísima, cacen elefantes por su marfil con adrenalina… o dense a los placeres de carne en todas sus formas, tamaños, razas, o… maneras de preparación gastronómica. Mañana, será otro día. Morirán preguntándose: ¿Para qué he vivido?. ¿Esperando El Reino de Dios… cabrones?... Yo seguiré escuchando a Los Beatles cantar I am the walrus sonriendo al Sol. Por cierto… los que lean esto, y no lo entiendan… que se los folle un pez sierra por el ano. Recuerden a Dickens: "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo." ALGDGADU. 

Desde mis ochenta


Hay dos generaciones que vivieron los ochenta del siglo pasado… los de Oliver y Benji y Alf, o que tenían hora para volver a casa de papi y mami a las once de la noche… y otros, que tratábamos de que Judas El Miserable, no nos hiciera un tratamiento del blanqueamiento anal a las tres de la mañana de un viernes cualquiera mientras tronaba su sonar rumbero y rumboso. Aquello si que fue Living the eighting… a tope de power. Cuando el facherío estaba acojonado, y no asomaba los caretos no se los fueran a volar de un bombazo en un Carrero’s style. Seguro que esa nenaza política que hoy es Albert Rivera… con sus entonces, cuatro, cinco o seis añitos de vellón… veía feliz a Espinete que por aquellos días, tardes… y anocheceres no se paseaba por el Goierri: Lazkao, Ordizia, etcétera… ¡Valientes cabrones esos mierdasecas qué hoy se permiten dar lecciones de españolidad!. Sean catalanes de semifascio, o andaluces de Jaén criados a las sombras de los cortijos solariegos de la Benemérita del Sur Español de Olé y falta de huevos para haber visto aquel Norte que mis ojos contemplaron arder en cientos de amaneceres. Hoy son otros días… afortunadamente. Ahora ser facha… o, de extremo centro… ¡mola!. Es cool. Algunos machitos sacan la bandera al balcón, y si tú no lo haces pues va y resulta que te tildan cuando te has partido el culo por esa panda de “mariconazos” de derecha de gónadas mamporreras… de no ser un patriota, hasta puede que te llamen podemita que es incluso peor que entonces cuando te tachaban de rojo a la mínima.
Pena de país, y pena penita pena de mis ochenta entre Paris, Jerez, Tallahassee, Caracas y Torrevieja around the world… by Status Quo, Los Stones, AC/DC y Los Maiden. Una vez, por eso de mis gustos musicales me preguntaron: ¿Eras heavy?. Pues no, les respondí… era Heavypollas. Más o menos, como ahora… aguantando mecha, y a tontos a derecha e izquierda. Sólo que ahora, es cuestión de supervivencia, de no morir ahogado en la ignorancia que nos rodea entre tanto listo y, “científico crítico”… de perfil bajo enfermizo de titulitis reumática. Ya no leo a Sastre… ¡pa qué!. Y puedo vivir intelectualmente sin haber leído La ciudad de cristal de Auster, ni haber encontrado nada motivador en El guardián entre el centeno. Ahora soy coplista y fandanguero de Huelva, y canto por Jagger como un perro mojado. Aniquilaría por gusto a la mitad de la humanidad… y por disgusto, a la otra mitad. Y comprendo el punto de vista del sabueso Trump, y aunque cualquier tiempo pasado no fue mejor… ¡estamos jodidos!. Porque veo la apatía general, el futuro que se le deja al personal imberbe… y lo adolescenviejo mental que tienen entre ceja y ceja aquellos que manejan el asunto de lo económico-social. Incluso ese movimiento de indignación-vendetta global revolution ha quedado en nada… reducido a las migajas de las mesas de los mismos “ricos” de siempre. Llamarlo Twitter… o llamarlo por videoinfluencer, lever clever. Cualquier idiota se vende, es sólo cuestión de tiempo, y de más idiotas que sigan haciendo rueda y camino, al andar. Lo que flipaba de aquellos ochenta míos, era el hecho de que aun no estaba todo el pescado vendido. Había esperanza en que algunos cabronías no se hubieran despedido todavía… y, tan “barato” como lo hicieron. Hoy son “respetados” médiums gurús”. Moneda virtual de “estos” millennials, generación Ydiota, de verdad de la buena. 

Igualdad para algunas... vueltas


Mucho se ha escrito y se seguirá escribiendo sobre la igualdad. La Igualdad entre hombres y mujeres, la igualdad con nuestros amigos los animalitos del Señor… la igualdad Norte/Sur… La Igualdad como vieja aspiración de La Masonería Universal. Pues bien, La Igualdad no es ni será posible, mientras la “berrén” vociferando… actrices de Hollywood en pre-post-sodomía aunque sea ésta de corte “intelectual”, presentadoras de medio pelo, cascanueces de la sociedad civil y demás etcéteras que son más borrenes de cabalgaduras de empresariados fascistas que auténticos adalides de lo que precisamente abjuran defender al convenio. Y es que hay mucho soplagaitas encadenado a la galera mediática de la moda igualitaria Nivel Dios. Un servidor hace pero mucho que se la suda la gilipollez de último alarido del lobby tontuno humano, pero es que ya lo de “he sido vejado/vejada” salta de madre a la rana. ¡Escándalo, escándalo!. Claro, claro… y podemos hablar de las bacanales romanas, La Iglesia de La Edad Media… y ya que el todo Hollywood anda desatado… cuales eran los gusticos “ternescos” del “adorable” Chaplin. Entonces hablemos de La Igualdad… esa que nos dice que todos los “hombres” nacen iguales sin distinción por sexo, raza, religión… ¿Qué es lo qué no se entiende?. El contenido, el continente, la última bobería llevada al extremo rancio de la comprensión lectora… De que va esto, de aniquilar un mundo de salchichas… de adorar a la Santa Vulva Creadora… de no poder reírse de éste paraíso de mongues que hemos inventado para regocijo de unos analfabetos ilustrados de novocuño, así todo junto.
Para La Masonería La Igualdad es La Pureza de un orden perfecto de amor entre hermanos de un mismo Dios Constructor del Universo, lo que simplemente quiere decir: Respeto, Caridad espiritual y vocación de servicio a La Paz… algo que creo les falta a las señoritas actrices que van a los programas de la televisión americana o de donde toque a llorar sus penas, etcétera, etcétera… Desgraciadamente los animalitos a los que les arrancan las pieles para hacer abrigos, zapatos, o mochilas de hippiepijos… no tienen derechos de Interviú en un mismo concepto de la llamada Igualdad. Ni pueden conferenciar su hambre y su “desigualdad” aquellos que mueren de inanición o desfallecen ahogados y olvidados en el mar, o son presos de conciencia por sus “ideas”… Porque si no explíquenme si el feminismo va "de o sobre" igualdad, ¿o no?... O, va… de “Supremacía”… Personalmente siempre he sostenido los principios de Justicia, Libertad e Igualdad como derechos y bases indiscutibles para La Tolerancia. Debo ser muy idiota… aunque paso los cincuenta con amplitud. Desde niño siempre he creído en que hombres y mujeres somos iguales… iguales y diferentes… siempre he creído en que hombres y mujeres a igual trabajo deben de recibir iguales compensaciones económicas. Que se debe respetar los "derechos", las decisiones, los argumentos de los demás por mucho que no creas en ellos… Y ahora escucho a cada enterado/enterada… que quiere dar lecciones de “igualdad”, y de lo que es ser machista, y de lo que es el feminismo, el fascismo… que pienso… que pena que tu madre no abortara. Porque balas no hay para tantos…

En la vida sólo hay acción… o, aburrimiento


En la vida sólo hay acción… o, aburrimiento, no hay medias verdades. Os voy a contar una historia que a día de hoy me parece como si nunca hubiera pasado. Hagamos rapsodia. Es una historia de la montaña, la luna y la noche más oscura. De tanques de combate que diseminados por el valle esperaban al amanecer entre susurros de la radio mientras Mozart y algún que otro concierto resonaba dentro de la cabeza. No existía el futuro ni el pasado. Ni gobiernos ni países ni razón. La estupidez humana sí, pero éramos la consecuencia… y la gloria, sin porvenir. La luna lucía inmensa tras un risco en un cuarto creciente que escondía las posiciones de aquel caótico tablero de ajedrez. La noche se amontonaba en nieve sobre la hojarasca que apenas retenía el calor corporal… La montaña nacía y moría a cada nota que recordaba del allegro de mil clarinetes retumbando en La Mayor. Entonces no había poesía, ni importaba 33 ser 33, o de la 112. Recuerdo el silencio de las estrellas escondidas en la opalescencia de aquel cielo relamido y virgen a un mismo tiempo… el silencio del viento que soplaba fuerte y se llevaba la humanidad que quedaba penduleando del abismo. Recuerdo el hambre seca de aquella madrugada con aromas a tomillo, conejo al ajillo, y paella murciana de esa que presumen saber hacer los alicantinos... ¡Valientes capullos!.
En la vida sólo hay acción… o, aburrimiento, y en aquellos días dejé de pensar, y de escribir y casi de sentir. No me cuestionaba el concepto Patria, porque era algo tan vacío… como lo que siento hoy. La Patria no existe. Sólo existen unos idiotas de baba que idolatran la tierra fronteriza de todas las vergüenzas y las miserias humanas. Esos que dicen que morirían por Dios y por su pueblo… ni saben que es El Pueblo del que sueltan chachara, ni han hablado de tú a tú con Dios esperando la última alba. Cuando el miedo aprieta y tensa los músculos. Cuando la escarcha se aferra al pecho que ya casi ni late. La Patria… me preguntaba con una mueca gris entre las sombras tras un gran abeto macedonio golpeando con las botas en el suelo de ramaje impreciso y pequeños témpanos para entrar en calor. ¿Qué es la Patria?. Mentalmente me recitaba poemas memorizados de Quevedo y Machado… esa era mi patria. Mi pequeña patria de las lentejas de la yaya entre vaso y vaso de Johnnie Caminante. Shhhh… Ahora en esa afonía de la madrugada hecha dioptrías y té con leche, entre teletiendas absurdas en la televisión e Internet, entro en acción como pequeño escribiente hombre-cojín. Camuflando las internas almorranas garrapiñadas de mi ano y mis delirios de estreñimiento jugando con la PlayStation 4. Soportando al personal con la paciencia del que no espera sorpresas en cascada con guarnición de cascoporro. Hay tantos y tantos gilipollas, tan sabios… tan doctos, tan certificados y diplomados, y tornasolados… y graduados entre pliegos de sandez. ¡Loor a ellos!. ¡Viva la España anestesiada!.

Mientras juego


De verdad que prefiero ignorar. No saber, no leer, no mirar… no observar… tener la vizcochuna digital “torcida” para el otro lado. Es más sano, más saludable. Así se evita el berrinche diario en y de ésta sociedad “hijoputesca”. Ésta sociedad donde la izquierda “moderada”, comprada, de cientos y cientos de votantes anestesiados, de políticos “sensatos” atrapados por las redes del clientelismo financiero hacen cábalas y tejemanejes de socialismo empresarial… y todo, entre mitin y mitin, llamando a la borreguna a maitines. Prefiero desconocer e ignorar lo que sé que es y jamás pondrán el fácil remedio que es repensar y morderme los codos del alma dando vueltas al porque no se ponen las “enmiendas” necesarias para algo tan básico como es una mínima justicia social. Y sé que es hasta cierto punto “normal” que algunos cabrones sientan que es de ley que aquel que más se esfuerza más merece… que el más capacitado, más alto debe estar sentado plácidamente cual el primate civilizado que es en el baobab del cosmopolitismo humano, alejado de los depredadores de la sabana social... pero, estamos creando así de fácil, auténticos guetos verticales de miseria que nos verán morir de éxito. Y así nos luce el peluquín, mientras las cortinas de humo de los desafíos soberanistas como cepas de ceporros con ramificaciones nos impiden ver los bosques de corruptelas y negocio que en el fondo es de lo que va todo esto.
Escribo desde España… pero en cada pequeño punto del planeta mediocridad nos envuelve el mismo falso fascismo de opereta económica. Crisis con reduccionismo de los derechos laborales para el pueblo llano, y como compensación sobrealimentación recreativa a base de fútbol y TV de la víscera coronaria, u otros etcéteras. Aquí lo llaman Clásico, allá Super Bowl, y en maracuyá… carreras de chinches o el derbi de kentiki fried children. (De los niños fritos del Coronel Lijadoras) Y mañana, o la próxima semana, como decía un célebre dúo español de humoristas en los finales de los 70 del siglo pasado, “Hablaremos del Gobierno”… de éste, o cualquiera otro, que nos den “teledirigido” al ojo vago para reelegir en sufragio. (Y sí… ya sé, señores supersoplapollas/gramáticos… muchos… y comillas… es lo que hay) Por eso hay que empezar a ignorar el mundo… y hacerse un facha de tribuna en el Bernabéu aunque sea en el sofá de casa jugando al FIFA y pitando a tu equipo que no gana ni al Recreativo Ternuras donde juega La Chelito y diez madres más. Pues he llegado a la conclusión, que siendo “facha” y miserable, se vive mejor. Te la suda votar a corruptos que te suben los impuestos y te desmantelan los servicios públicos, siempre puedes poner la bandera en el balcón y cagarte en Cataluña, insultar a esos asquerosos podemitas… o, perseguir emigrantes. (Si son estos bajitos… y se dejan) Y para que seguir... lo bueno, si breve… o lo malo… o lo, peor…

Realidades ocultas a plena luz


Si habéis visto Star Wars Los últimos jedi, habréis reparado en la serena belleza de ese pedrusco paradisíaco en medio del océano donde vive retirado Luke Skywalker. Me refiero a Skellig Michael, La Roca del San Miguel, ese empinado santuario irlandés mitad cabeza de dragón mitad sirena. Valdría la pena preguntarse por su orientación sur-noroeste… por sus 270 escalones tallados en roca. 270 segundos son cuatro minutos y medio, lo cual no tiene demasiado significado al igual de que el 2 sea el número relativo a la dualidad, y el 7, el referente del intelecto… y, al revés el número 72… unos de esas cifras mágicas. (Entre primos) Shhhh… no he dicho nada. Escribamos de nadas. En mayo de 1.954 se creó el Club Bilderberg, formado con los 500 hombres, familias y organizaciones más ricas del mundo, pero que estaban un escalón por debajo del consejo de los 33. Donde estaban los 33 masones iniciados más importantes del mundo. (Y entre ellos el Supremo Gran Consejo de los 13 Grandes Maestros Iniciados) ¿Os habéis perdido?. Bueno… pues por encima de todos ellos actúa un “tribunal superior”: En la cúspide de la pirámide está El Innombrable Grado 72, El Iluminado del cordón rojo… el que dirigirá el control absoluto de la población y su exterminio cuando llegue el día perfecto. ¿Cómo?... Por medio de la modificación de las células de la glándula pineal de los seres humanos a través del flúor del agua en un modo masivo y coordinado junto a la utilización de determinados medicamentos. La Fase Uno, hace tiempo que se puso en marcha… pero, tranquilos… moriréis como los perfectos idiotas que sois, pausadamente… y trabajando para vuestros jefecillos igualmente ignorantes negreros, votando a esos políticos incapaces y corruptos que colocáis al frente de la empalizada socioeconómica, caeréis lentamente creyendo que salvaguardáis el futuro para vuestros inútiles y malcriados vástagos. Lo que os merecéis hijos de puta.
Sí. Llamarme loco. En cuatro segundos y medio se pueden hacer tantas cosas. Desde escuchar a zoquetes titulados, y doctorados, decir que El Estado Catalán es un invento del Club Bilderberg, hasta contaros el verdadero porque de la Crisis Económica Global. No seáis tan patéticamente ignorantes y beodos todos vosotros. El dinero, La lana, La tela, La guita… siempre ha estado ahí. Todas las reservas federales. Nos han contados unos cuentos de especulación con lobos y lobbys feroces y toda clase de caperucitas para los niños de teta financiera que somos. Nos hemos hechos veganos de mercaderías africanas lavadas y cotizadas en agroquímicos y biotecnologías genéticas mientras nos preocupamos de los aceites del palma cuya sostenibilidad ya está trasladada a los llamados países emergentes para un último golpe maestro. El peligro de éste Apocalipsis para Descerebrados no lo van a causar los virus modificados genéticamente sino el agua. La embotellada de lujo para los gilipollas de parné, y la del manantial de grifería. Me pregunto cuanta gente sabrá el número de antibióticos y hormonas que se pueden echar a la leche en el proceso de esterilización, calentamiento rápido y enfriamiento de la misma. ¿Ya, los controles de calidades?. Claro… Los de estos gobiernos de moral acrisolada. Pero bueno… leamos un periódico, o veamos un informativo en la televisión para enterarnos de que es lo importante que está pasando: Y que si los tuiters del Señor Trump… y que si es invierno y nieva y hace pero que muchísimo frío en toda Europa… 

A unos 275.000 únicamente


Hay un plan masónico desde hace cientos de eones o menos para salvar el futuro… uno de esos grandes secretos, etcétera, etcétera… Consiste primero, en aniquilar a la especie humana. Y segundo en dejar el número de supervivientes en una cifra que ronde los 275.000 individuos entre hombres, mujeres y niños. Así de simple. ¿Pero quiénes serían los “elegidos”?. Desde luego, nadie que pueda comprar con Rolex, ferraris ni ese tipo de fruslerías el billete al tiempo de Oz. No estoy hablando, o para ser correcto… escribiendo, sobre bagatelas para letrados… que utilidad tendría esa chuma en un “mundo perfecto”. ¡Ninguna!. No hablo para locos, y si lo soy… para que leer esto. (Hagamos un corta y pega) El futuro nos ha sobrepasado. ¿Dudáis si os digo de qué existe la cura del cáncer?. Sí. Preguntaros… porque dejar vivir a tanto imbécil por ejemplo, que… A, sostiene, ampara… o, se beneficia de La Corrupción… así, en mayúsculas. Y, B: En román paladino, muerto el perro se acabó la rabia. ¿¡Locura?!. Locura es tener que soportar gobiernos infames, economías esclavistas, manipulaciones perversas. El personal humanoide que minuciosamente vive anestesiado ya sea megaexperto en materia de ciencia, o unos completos ignorantes, vive sumido en el sueño de lo que se les descubre como posible. Y sin más, desdeñan lo peregrino. Les fascina la “posibilidad” del viajar a Marte, mas no se cuestionan el porque no se volvió a la luna o la cancelación de los transbordadores espaciales. El populacho “científico” se come cada explicación plausible… que se la suda saber del Proyecto NERVA… sea propio del municipio, o el emperador.
Ay, el futuro, el futuro… Seguís ésta tontada que continuo escribiendo en mi atraso intelectual y enloquecimiento acelerado. ¡Allá vosotros!. La verdad está en alejarse lo más posible de las fuentes de presunta “información”, repensar lo que genuinamente conocemos del mundo que nos envuelve… más, que rodea… y sobre todo lo demás, captar la gnosis de las materias a estudiar y hacer eso tan diabólico en las viejunas enseñanzas pretéritas que es: Leer entre líneas. Eso que llamamos: La Verdad… siempre queda sumergido en aquello que se deja de contar. No está en la certeza ni en la falsedad, ni tampoco en la experiencia. Necesitaremos científicos entre esos aproximadamente 275.000 supervivientes “elegidos” para construir un “mundo perfecto”, pero no de esa puta clase de “eruditos” que diseñan como paradigmas indiscutibles, móviles más capaces, vehículos más veloces o redes más desarrolladas. Porque sin conciencia no habrá futuro, como no hay presente. ¿Dudáis en qué ya sea posible la teletransportación, la invisibilidad o una más qué avanzada inteligencia artificial?. Y efectivamente… os conformáis con un jodido smartphone más chulo. Sabéis, 275.000 supervivientes, me parecen hasta demasiados. Alguien podrá decir que llegar a idear un plan así, es algo de psicópatas enfermizos, desequilibrados y neuróticos. Mas, que mundo éste donde a los “locos” nos llaman locos, los corruptos… antisistema, y aquellos que presumen de moral actúan de las formas y modos más indecentes. 

De las metaespañas


Donde, cuando, como. Érase una vez, que se era. No nos confundamos… España, es tóxica. O peor dicho… ciertos españoles, que de ser tan, y tanto españoles, ya no son ni fachas ni españolazos, han pasado a otro nivel… son: metapatriotas. Es ese ser o estar más allá de la estupidez, sin darse cuenta que España no existe… ya no. Pues vivimos en Metaespaña, una inmensa catedral gótica que guardan unas gárgolas con forma de políticos y donde unos obispos travestidos con trajes confeccionados con billetes de a millón reparten hostias con y sin H a partes iguales que miseria y correas para la sumisión. Donde, cuando, como… perdimos El Dorado… Donde, cuando, como, perdimos la rebeldía y nos transformamos en eslabones defectuosos de una cadena de montaje de bobos de baba. ¿Contará alguna vez alguien ese cuento qué debería comenzar con un Érase una vez España?. A mí personalmente, el conflicto catalán en concreto me la suda… no existe, es sencillamente una cortina de humo de espurios intereses interrelacionados con la corrupción a nivel general. La del país… la de la Comunidad Europea, El Fondo Monetario Internacional, la de las cientos de multinacionales del hambre y la guerra, el merchandising de Dios Nuestro Señor y la Santa Cruzada de los diez mil etcéteras. ¿Cuál es el problema?. Pues que no hay ningún problema… sólo horas de televisión con asesinatos por violencia machista e incendios forestales, u horas de Internet entre bulos variaditos y dimes con diretes de alguna soplapollez que ha soltado alguien al buen tuntún.
Alguien también… Algún espabilado barra espabilada que de rondón lea esto podrá decir: ¡Pero qué cuenta éste tío!. Acaso importa. Nuestra verdad, nuestra mentira… la vuestra, la de todos y cada uno… Una verdad implacable, por ejemplo, es que con unos céntimos de todos enriquecemos a sórdidos personajes que se compran en tiendas superexclusivas relojes de seiscientos mil euros y comen postres hechos a base de chocolate belga y oro de veinticuatro quilates. Esa gentuza no se presenta ni se presentará a las elecciones nunca, aunque naturalmente las gana todas por mayoría absoluta. Son los dueños y señores de Metaespaña que ponen a un o una mierdaseca de dependienta a despachar brillantes y ferraris y hacen creen a los pobres incautos que son clase premiun. Metaespaña está vertebrada de norte a sur de perfectos idiotas. Un ejecutivo de tartera VIP puede ir saltando de excremento en excremento que caga en cacerías por todo el país el IBEX 35 sin bajarse de su propia memez. La ironía es que no existe la eternidad para ellos, y que los placeres más exquisitos de la existencia son absolutamente gratuitos y los muy desdichados no lo saben… porque no temen a la muerte, temen perder sus statu quo. No atesoran vida y conocimiento, D.I.O.S. y ciencia… únicamente desazón para la que compran budas de oro macizo… ridículos trozos de nadas. Atardeceres de yate en calas solitarias que acaban, como la última gota del champán más caro y “exclusivo”... El problema de España nunca han sido sus “ricos”… ni sus pobres, sino los miserables. Sus mezquinos parientes, sus cicateros vecinos, sus “míseros”, en definitiva sinrazón... compañeros de fatigas. Claro que al final... queda el eco...

De lo insustancial


Apartemos la molicie... Y pensar que hubo un tiempo en que me gustaba el fútbol. Ya Sabéis… cuando se podía ser del Real Madrid, y no de una transnacional de bebés llorones y consentidos que se llaman a si mismos futbolistas, y que no son mercenarios… entre otras cosas, los llamados “mercenarios”, tienen la “ética” de cumplir con los contratos que firman. ¡En fin!. Hace unos días fui a una tienda de venta de electrónica, a por un portátil… y me salió un puto milenial premiun post-generación Y a quererme vender la moto digital… ¡a mí!... que ya hackeaba con el Commodore 64 cuando sus papás todavía se la pelaban como monos en el instituto. Pues no me quería colocar el figura un seguro con garantía por cinco años de cincuenta euros en un cómodo único plazo para el trasto de 260 napos de vellón. ¡Vivir para ver!. Me dieron unas ganas de meterle una hostia de las de 1.969 y vestirle de torero que no veáis… pero, ay juventud… divino tesoro, que te vas para no volver… ah, y el antivirus ese que me quieres encasquetar y el Office… para tu puta madre… No se lo dije así, pero me capto con su radar “minenial”. Y es que molan estos tiempos en los que hay pescaditos que se creen que han inventado ellos solitos: El Club del Alcohol, el posturno, (en ese novomuchicursi de ahora, postureo) lo de ser retarder, y chamullar en inglés con las ingles mismas y propias. Un servidor ya era antitaurino en los 70, mas no tan gilipollas como para ser vegano y perderme esa maravilla que es un jamoncito bien curado. Además… los vegetales no son organismos vivientes… y no sufrirán si los arrancamos de la tierra, los troceamos… los echamos a cocer…
… ¡comer carne, calaveras!, que somos únicos y perfectos simios humanos mamíferos oportunistas. No sé si las redes sociales han perpetrado mucho daño al espíritu revolucionario del ser "racional", pero si han hecho una buena labor de lime en pro del apalanque generacional. Lo veo por mi mismo. Hay toda una adolescencia zombie vagando por ahí… en calles, plazas, institutos, "quedadas"… que espera ganarse la vida como youtubers; por ejemplo, con el bagaje cultureta de un niño de cinco años. ¡Animalitos del Señor!. Les preguntas si son de derechas o izquierdas, y todo lo más que saben hacer es encogerse de hombros y estresarse. Que sociedad hemos consentido donde se estresan los trabajadores, los ejecutivos, las mujeres, los hombres, los niños… y, hasta las mascotas. A veces me pregunto, si en el África Subsahariana, en zonas de hambruna, estarán estresados o no. Es una de esas dudas existenciales que me corroen. Lo mismito que cuando me pregunto si sigo siendo del Real Madrid viendo correr a Cristiano Ronaldo con ese careto de no haber cobrado el sueldo los últimos seis meses… Es como si uno se pregunta, porque es una mierda lo sueltan por la televisión. Pues simple… La Televisión es un reflejo social. De una ciudadanía botarate… que te quiere vender seguros para móviles de tarifas “planas”, y portátiles de 260 euros. Donde hasta la última niña nace Princesa Disney y acaba en algún programa de corazón contando a quien se ha follado el último fin de semana… y suspirando por algún día dar las campanadas de Fin de Año en Antena 3 vestida con tanga de leopardo. ¡Por amor de Dios, que el Apocalipsis me pille con una recortada!, a ser posible a las puertas de la Conferencia Episcopal, para empezar con buen pie.

Star Wars, La Masonería galáctica


Es la vieja lucha del bien contra el mal, oigo decir de Star Wars… ¡qué visión más simplista!. Pero antes preguntémonos porque en estos tiempos el personal no se rebela. Y no me refiero con una insubordinación como la de esos “rebeldes” amoñados del Twitter, si no como aquella de los viejos roqueros de la barricada y el molotov. La culpa es de los miserables. Del miserable que tiene un coche y teme perderlo, del miserable que tiene un trabajo de quinientos euros al mes o menos… y teme perder su miseria, del miserable que vota lo malo conocido porque teme perder su pequeña chatarrería de ese planeta desértico y olvidado. Puede que a algunos puristas de Star Wars no les guste Los últimos jedi, el episodio VIII de la saga galáctica… y sabéis, mejor que sea así. Porque ese cuento infantil de finales de los 70, ese western espacial con princesas y androides… ahora es otra película. La protagonista no es Leia ni Luke ni tan siquiera “Arturito”… si no un concepto muy masónico conceptualmente: La Fuerza. La potencia de la VIRTUS UTEM que todos llevamos dentro ya seas Rey de Tatooine, Finn el renegado antidisturbios post-imperial de la Primera Orden… o, Josefa del borde exterior. El mensaje final de Los últimos jedi nos viene a decir algo fantástico y absolutamente extraordinario: Todos somos hijos de La Fuerza… con linaje o no, llamarlo Dios Constructor del Universo si queréis Hermanos de Logia, pero a mi ese instante final en el cual el Halcón Milenario escapa a hipervelocidad llevando a bordo los viejos pergaminos del Primer Templo Jedi me parece un mensaje nada “subliminal” de lo que viene a simbolizar la percepción de La Vieja Tradición, El Conocimiento… y, La Fraternidad.
Porque no importa quienes somos, o de donde venimos. La Fuerza está con nosotros… Cada vez que oís eso de “que La Fuerza te acompañe” no os recuerda aquello de “ve con Dios”… pues eso. Que es de una simplicidad pasmosa que se hable de Star Wars Los últimos jedi como una película de efectos especiales donde se trata del viejo conflicto del bien contra el mal. Porque de ser así… también va de eso Casablanca, El hombre que mató a Liberty Valance, y El jinete pálido. Ese final de Luke desvaneciéndose frente al Sol de una estrella cualquiera tiene el más noble y alto significado dentro de los antiguos y guardados códices y claves de La Masonería. Fusiona el origen de todo, desde la abiogénesis por ejemplo, hasta la gravedad cuántica de bucles. Nos dice algo muy simple y llano: Quien necesita un sable de luz para vencer al mal cuando tienes el poder de La gnosis y La Conciencia Universal. Mas no olvidemos donde vivimos, y por quienes estamos rodeados. Chatarreros ignorantes. Miserables que se regocijan en sus miserias. Que rezan a un Dios que ven representado en dos palos que se cruzan, y otros etcéteras. Que montan guerras más o menos santas por un quítame tú de ahí… esas pajas. Las de un establo cualquiera donde un niño mira a las estrellas y sueña. En fin dejemos la supersimetría para otro día, o para ninguno. Y pensemos que Dios está al final de la última puerta, como el niño caprichoso que es… como ese viejo resabiado y descreído que pasa ya de todo… y más de unos seres inconstantes, envidiosos y vengativos.

Envuelvo, en dos palabras


Desde lejos se ve venir a los gilipollas. Con ese andar de gilipollas. Y ya se sabe… es Navidad… Tiempo de gilipollas. Ésta mañana trasteé por Madrid, mi ciudad… ciudad de perfectos gilipollas. Y observé colgada de una terraza el colmo de la gilipollez patria. La enseña nacional pendulona del recio balcón… como de las pelotas… con su carga de reafirmación nacionalista y racial… pero, bocabajo. Acaso entre el Papá Noel escalador y la colada recién puesta a secar, los habitantes de ese piso pedían algún tipo o solicitud de auxilio por amotinamiento… o, simplemente eran unos de tantos miles de gilipollas que en estos tiempos de crisis están haciendo ricos a los fabricantes de banderas, sean éstas de España, Cataluña, Euskadi… o, Santoprepucio de Arriba. En fin, que no voy a hablar de Cataluña. No me apetece. Me aburre el tema. Me da sudores pollunos. Desde el aburrimiento… Pero me parece que es un buen ejemplo el de la rojigualda boca abajo… o, bocabajo… de como desde lejos a los gilipollas se les ve venir. En todas las formas: Cuñados, y… acuñados. Por lo menos regocijémonos, de que éste tiempo de “paz y amor” y otras cosas, ya anda en los estertores. Con esas fatigas comerciales consumistas con hedor a untos pascuales. Y así andamos… volviendo a las andadas. Calculando el Efecto Coriolis en un disparo imperfecto. De tal modo, que cualquier tiempo de mi pasado reciente en barbecho de escritura: A: Fue, anterior… y, B: Que donde estoy diciendo digo, digo digi, y allá cada facha o asimilado, o español que se reafirme con el escozor de sus esfínteres anales. Mas… es lo que hay. Gilipollas. Aquí y en Bruselas, con coles o sin ellas… en Brujas… o haciendo el fantasma… Y sí… se llaman: ¡Gilipollas!.
Después de tanto tiempo, apenas un suspiro… no voy a hablar de la masonería en minúscula sin su plural mayestático. Ya se intuye: “Nosotros los…” y es que no están los días para claves complejas. Al personal la “buena mierda” se le tiene que dar en román paladino, y sin risus paschalis. Por cierto, he dicho ya que a los gilipollas se les ve venir. ¡Pues eso!. Que andas relajado por un centro comercial, en estos días, de esos abarrotados de gente hasta la bandera… aunque sea boca abajo… o, bocabajo… y, siempre está ese abuelo requeteabuelo de siempre que cree que la línea recta es suya, y el banco… aunque tengas la cadera rota… y la cola de envolver. Y la multitud luce con ese subconjunto de aptitudes que van pregonando un “soy gilipollas”, no me preguntéis por la capital de Eslovaquia, que ni te se decir que río pasa por Madrid. Pero tienen todos su bandera en el balcón para dar testimonio de españolidad. En otro orden de cosas, me siento con las pilas cargadas… español como el que más… pero me la suda Cataluña, Trump, y las polémicas excrementales de cada día. Todo son cortinas de humo. España ya no existe, y cuando antes os enteréis tanto mejor. España nos jodió a todos dos veces… bueno, sus barandas. Los de hoy… y de siempre. Con el Concilio de Trento primero, marcándonos a fuego el peso inquisitorial de unos gilipollas que hoy tienen hasta su canal de TV que acoquinamos todos, ateos y troyanos del divino verbo. Y que pena cuando pudimos remediarlo… que la guillotina en España no cortara la cabeza de reyes, militares y obispos… Hoy sólo quedan, sólo... gilipollas… Unos, ponen la bandera bocabajo… o, boca abajo… y otros, pues a la rica red social, o… socialista, o… de socios… listos. Lo diré una vez más: ¡ALGDGADU!.